Por: Licdo. Edgar Omar Ramírez, a la orilla de tenguerengue
En uno de mis primeras disquisiciones en este mundo me referí al un
iverso de los comunicadores (y de la comunicación) en San Juan de la Maguana. Mostré mi orgullo por pertenecer a este conglomerado, en aquella ocasión decía refiriéndome a los Programas de TV y Radio " No hago juicios de valor ya que estos deberán estar sustentados en la investigación y el análisis de cada uno(o del conjunto como tal). Sólo valoro la importancia y significatividad de los mismos."
Sin embargo en esta ocasión hago una especie de "hara kiri", y aplico el escalpelo de la crítica porque considero que no podemos continuar trillando el camino de la improvisación, de la comunicación sin criterio, de la satisfacción y defensa de intereses personales e individuales por encima de los colectivos, de la búsqueda desenfrenada de notoriedad a partir de la vocinglería y la destrucción de honras personales o institucionales.
Considero que se hace necesario, urgente y hasta imprescindible que quienes se hacen llamar los "gurús", "paradigmas", "padres", "zares" de la comunicación en San Juan. Aquellos que tienen un alto nivel de responsabilidad en la incursión de muchas personas en el mundo de la comunicación social (por no decir del Periodismo, pues ha de ser motivo de otra reflexión) con el mero objetivo, creo yo, de contar con un "coro de adláteres e incondicionales que les aplaudan y aupen por encima de toda la sociedad, deben dejar su "torre de marfil" y convocar a un encuentro masivo para reflexionar sobre la realidad del ejercicio de la comunicación en nuestra comunidad.
No es posible que nuestra población siga "sufriendo" la dilucidación de problemas particulares en medios de comunicación, que se utilizados los medios de comunicación para el chantaje, para la extorsión y la búsqueda de apoyo a dirigentes políticos sin ningún tipo de control ni límites o teniendo como único límite el monto ($) recibido.
Es necesario que produzcamos, sino una profilaxis (harto difícil, por la triste realidad que atravesamos en el aspecto de la financiación de los medios)al menos una revisión de el tipo de comunicación que hacemos. Debemos cuestionarnos aquellos que por comisión u omisión estamos destruyendo(a pesar de la labor importante que desarrollamos) con los pies todo esa estructura moral que poco a poco, con tesón y firme voluntad hemos venido construyendo con las manos y las ideas.
Hago un llamado ferviente a mis colegas comunicadores, para que hagamos un alto en el camino, que evaluemos el comportamiento de cada uno y encausemos nuestra voluntad y mejores esfuerzos en favor de lograr el desarrollo de San Juan de la Maguana.
Aunemos esfuerzos y voluntades para que la unidad sea nuestro fuerte, ojala que los "privilegiados" con el don de la "experiencia", de la "intelectualidad", de la fortaleza moral, sean los promotores de un "revolución" en el ejercicio de la comunicación social. Convoquémonos sin banderías políticas, sin división de gremios, sin "estrujarnos" los títulos, sin exclusiones, sin discriminación y revaloricemos lo que hacemos, reflexionemos sobre este irresponsable ejercicio y volvamos al camino, entendamos que somos guía y timón de la sociedad, que San Juan nos necesita y que nosotros nos necesitamos.
Lo cual ha devenido en un desarrollo extraordinario no sólo en cantidad sino en calidad de nuestros comunicadores. Debo señalar que llama la atención la exigua cantidad de mujeres que hacen vida en nuestros medios de comunicación (me parece que solo 4 o 5 tienen presencia importante en estos). Habrá que analizar las causas de esta escasa participación femenina en la comunicación de San Juan. Habrá que ubicar en su justo lugar el papel que ha venido a desempeñar la Extensión de la Universidad Central del Este (UCE), en el proceso de certificación, capacitación y formación de las personas interesadas en la Comunicación Social.
De manera especial quiero señalar que esta llena un vacío no sólo social, sino en el ámbito existencial y de satisfacción de ambiciones personales además de darle una oportunidad a aquellos que han desarrollado una destacada labor como comunicadores sin contar con la debida certificación académica.
No obstante debo dejar establecido que la realidad deja demostrado que no basta con tener un Título universitario para realizar un trabajo digno y para lograr el éxito en el desempeño laboral.
Finalmente quiero dejar constancia del nivel de profesionalidad, del deseo inmenso de superación y la extraordinaria labor en favor del desarrollo de nuestra sociedad que hacen nuestros comunicadores. Inmenso e incalculable es el aporte que realizan y en sus momentos estos han de ser colocados en el sitial que se merecen.
Por todo esto, es que dejo plasmada mi admiración y reconocimiento por los que trillaron la senda abriendo el camino y orientando a los más jóvenes, para esos pioneros honor y gloria. A los que aún se mantienen como orientadores exigirle que siguen siendo faro que iluminen a las generaciones venideras y a los más jóvenes que sigan esos ejemplos y tengan como meta superarlos en calidad, transparencia, defensa de la sociedad y de su clase.
Finalmente mi gran satisfacción y orgullo por pertenecer a la extraordinaria comunidad de comunicadores sanjuaneros.
En uno de mis primeras disquisiciones en este mundo me referí al un
iverso de los comunicadores (y de la comunicación) en San Juan de la Maguana. Mostré mi orgullo por pertenecer a este conglomerado, en aquella ocasión decía refiriéndome a los Programas de TV y Radio " No hago juicios de valor ya que estos deberán estar sustentados en la investigación y el análisis de cada uno(o del conjunto como tal). Sólo valoro la importancia y significatividad de los mismos."Sin embargo en esta ocasión hago una especie de "hara kiri", y aplico el escalpelo de la crítica porque considero que no podemos continuar trillando el camino de la improvisación, de la comunicación sin criterio, de la satisfacción y defensa de intereses personales e individuales por encima de los colectivos, de la búsqueda desenfrenada de notoriedad a partir de la vocinglería y la destrucción de honras personales o institucionales.
Considero que se hace necesario, urgente y hasta imprescindible que quienes se hacen llamar los "gurús", "paradigmas", "padres", "zares" de la comunicación en San Juan. Aquellos que tienen un alto nivel de responsabilidad en la incursión de muchas personas en el mundo de la comunicación social (por no decir del Periodismo, pues ha de ser motivo de otra reflexión) con el mero objetivo, creo yo, de contar con un "coro de adláteres e incondicionales que les aplaudan y aupen por encima de toda la sociedad, deben dejar su "torre de marfil" y convocar a un encuentro masivo para reflexionar sobre la realidad del ejercicio de la comunicación en nuestra comunidad.
No es posible que nuestra población siga "sufriendo" la dilucidación de problemas particulares en medios de comunicación, que se utilizados los medios de comunicación para el chantaje, para la extorsión y la búsqueda de apoyo a dirigentes políticos sin ningún tipo de control ni límites o teniendo como único límite el monto ($) recibido.
Es necesario que produzcamos, sino una profilaxis (harto difícil, por la triste realidad que atravesamos en el aspecto de la financiación de los medios)al menos una revisión de el tipo de comunicación que hacemos. Debemos cuestionarnos aquellos que por comisión u omisión estamos destruyendo(a pesar de la labor importante que desarrollamos) con los pies todo esa estructura moral que poco a poco, con tesón y firme voluntad hemos venido construyendo con las manos y las ideas.
Hago un llamado ferviente a mis colegas comunicadores, para que hagamos un alto en el camino, que evaluemos el comportamiento de cada uno y encausemos nuestra voluntad y mejores esfuerzos en favor de lograr el desarrollo de San Juan de la Maguana.
Aunemos esfuerzos y voluntades para que la unidad sea nuestro fuerte, ojala que los "privilegiados" con el don de la "experiencia", de la "intelectualidad", de la fortaleza moral, sean los promotores de un "revolución" en el ejercicio de la comunicación social. Convoquémonos sin banderías políticas, sin división de gremios, sin "estrujarnos" los títulos, sin exclusiones, sin discriminación y revaloricemos lo que hacemos, reflexionemos sobre este irresponsable ejercicio y volvamos al camino, entendamos que somos guía y timón de la sociedad, que San Juan nos necesita y que nosotros nos necesitamos.
Lo cual ha devenido en un desarrollo extraordinario no sólo en cantidad sino en calidad de nuestros comunicadores. Debo señalar que llama la atención la exigua cantidad de mujeres que hacen vida en nuestros medios de comunicación (me parece que solo 4 o 5 tienen presencia importante en estos). Habrá que analizar las causas de esta escasa participación femenina en la comunicación de San Juan. Habrá que ubicar en su justo lugar el papel que ha venido a desempeñar la Extensión de la Universidad Central del Este (UCE), en el proceso de certificación, capacitación y formación de las personas interesadas en la Comunicación Social.
De manera especial quiero señalar que esta llena un vacío no sólo social, sino en el ámbito existencial y de satisfacción de ambiciones personales además de darle una oportunidad a aquellos que han desarrollado una destacada labor como comunicadores sin contar con la debida certificación académica.
No obstante debo dejar establecido que la realidad deja demostrado que no basta con tener un Título universitario para realizar un trabajo digno y para lograr el éxito en el desempeño laboral.
Finalmente quiero dejar constancia del nivel de profesionalidad, del deseo inmenso de superación y la extraordinaria labor en favor del desarrollo de nuestra sociedad que hacen nuestros comunicadores. Inmenso e incalculable es el aporte que realizan y en sus momentos estos han de ser colocados en el sitial que se merecen.
Por todo esto, es que dejo plasmada mi admiración y reconocimiento por los que trillaron la senda abriendo el camino y orientando a los más jóvenes, para esos pioneros honor y gloria. A los que aún se mantienen como orientadores exigirle que siguen siendo faro que iluminen a las generaciones venideras y a los más jóvenes que sigan esos ejemplos y tengan como meta superarlos en calidad, transparencia, defensa de la sociedad y de su clase.
Finalmente mi gran satisfacción y orgullo por pertenecer a la extraordinaria comunidad de comunicadores sanjuaneros.
