sábado, 28 de marzo de 2009

Obispo: hay viejos vínculos entre autoridades y narco

Escrito por: TEOFILO BONILLA, El Nacional

SAN FRANCISCO DE MACORIS.- El obispo de la diócesis de San Francisco de Macorís sostuvo hoy que la complicidad entre autoridades y el narcotráfico tiene muchos años, y que eso motiva que ese flagelo se haya incrementado en barrios, campos y ciudades.
Monseñor Jesús María de Jesús Moya también atribuyó el incremento de las protestas al incumplimiento de promesas de satisfacer las demandas de obras comunitarias, por parte de las autoridades.
Dijo que el problema de las drogas ha crecido porque las familias han descuidado sus deberes y a que los padres no dan seguimiento a las actuaciones de sus hijos.
Sostuvo que los padres ya no saben lo que hacen sus hijos, con quiénes andan ni a qué hora llegan a la casa.
“Tenemos unas autoridades terriblemente débiles, los salarios que reciben los llamados a combatir las drogas son muy bajos frente a un narcotráfico que busca y tiene dinero capaz de comprar a cualquiera”, apuntó.
Monseñor De Jesús Moya fue entrevistado en el programa Uno+Uno por Juan Bolívar Díaz y Rafael Toribio, y explicó que la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y el Consejo Nacional de Drogas (CND), encargados de combatir y prevenir el tráfico y consumo de narcóticos, no realizan eficientes labores porque los presupuestos que tienen son irrisorios.
Sobre la complicidad de militares y policías en varias comunidades con personas ligadas al narco, dijo que en muchos casos se envía un director regional de la DNCD a un pueblo con un salario mensual de 10 mil pesos, y que “sin embargo los que trafican con drogas les dan 70 mil pesos semanales, y si no es serio cede a esa tentación”.
El jefe de la Iglesia Católica en la región Nordeste dijo que tiene 75 años de edad, por lo que en noviembre próximo terminará su misión en San Francisco de Macorís y pasará a ser obispo emérito cuando el Papa Benedicto XVI le entregue la orden de retiro.
En cuanto a la ola de protestas, monseñor De Jesús Moya precisó que estas se esparcen debido a que las autoridades no cumplen con la construcción de carreteras, caminos vecinales y acueductos, entre otras.
Indicó que son muchos los frutos que se pierden en los campos debido a la falta de buenas carreteras para sacar las cosechas a los grandes mercados.
“La gente del campo no disfruta de las facilidades que tienen los que residen en las grandes ciudades, como energía eléctrica, agua potable, escuelas, atención hospitalaria y otros servicios vitales, contrario a los de la zona rural que ni siquiera tienen una buena carreterita”, indicó.
Apuntó que la queja de los que viven en el campo es que pagan muchos impuestos y el Gobierno no les construye escuelas, caminos vecinales, hospitales ni acueductos.
Aunque no favorece las huelgas porque hacen perder el tiempo y paran la producción, señaló que “es el único recurso que tiene el pueblo para reclamar las obras que necesitan cuando ve negligencia de los funcionarios en cumplir sus promesas”.
Criticó el hecho de que mientras funcionarios prometen construir carreteras, puentes, acueductos, escuelas, instalar energía eléctrica, mientras las comunidades ven pasar meses y años sin que se produzca el inicio de esas obras.
“Reitero que no estoy de acuerdo con las huelgas, pero al pobre no le dejan otro camino que paralizar las actividades”, insistió.Entiende que la huelga de los médicos es un problema que debió ser resuelto hace 30 años, y que pese a que no hay dinero y se alega que muchos de ellos no trabajan, consideró que debió llegarse a un acuerdo con galenos.

Obispo dice reparten recursos sin equidad

De Jesús Moya recomienda corregir ese tipo de situación con proyecto nación a largo plazo

Escrito por: ALEIDA PLASENCIA (a.plasencia@hoy.com.do)

El obispo Jesús María de Jesús Moya, un luchador incansable por el desarrollo social y económico del Noreste, se quejó ayer por la forma cómo el gobierno distribuye los recursos del Presupuesto Nacional.
El obispo de la diócesis de San Francisco de Macorís consideró que existe desequilibrio en el manejo de los recursos del gobierno con relación a las zonas más apartadas y en cuanto a las obras que se realizan. Los recursos que salen de la Capital parecen perderse en el camino, comentó, llegando menos de lo que deberían a las provincias para la realización de las obras que necesitan las regiones. De Jesús Moya dijo que funcionarios prometen construir obras como carreteras, puentes, acueductos, escuelas e instalar la energía eléctrica, pero las comunidades ven pasar meses y años sin que se produzca la llegada de las brigadas para iniciar los trabajos prometidos. Las declaraciones del religioso se producen cuando residentes en varias zonas del país, principalmente en localidades del Cibao, promueven protestas y paros en demanda de obras públicas y servicios prometidos por el gobierno. También en la región Este se han producido paros en reclamo de la construcción y reconstrucción de tramos carreteros y puentes dañados por desbordes de ríos. El jueves, el gobierno anunció la construcción de varias obras públicas en la región oriental y en Salcedo. Ayer, anunció el inicio de la construcción del acueducto de Higüey.
El obispo de San Francisco de Macorís, Jesús María de Jesús Moya, consideró que existe desequilibrio en el manejo de los recursos del gobierno, con relación a las zonas más apartadas y al todo el país en cuanto a las obras que se realizan.
Dijo que en el país hay una mentalidad cultural que en el fondo es capitalista, la cual consideró debe cambiar. En ese sentido, abogó por equidad de las riquezas en las provincias con relación al resto del país, de manera que a cada región y familia les lleguen los recursos por igual de forma proporcional.
Manifestó que pese a que el país es muy pequeño, pues apenas tiene 48,000 kilómetros cuadrados y una población de alrededor de nueve millones de habitantes, los recursos que salen de la capital parecen perderse en el camino, llegando menos de lo que deberían a las provincias para la realización de las obras que necesitan las regiones.
En ese sentido, el obispo de Jesús Moya señaló que funcionarios prometen construir obras como, carreteras, puentes, acueductos, escuelas, instalar energía eléctrica, mientras las comunidades ven pasar meses y años sin que se produzca la llegada de las brigadas a iniciar los trabajos.
También criticó la estructura salarial, en el sentido de que, según dijo, mientras algunos en el Estado ganan sueldos muy altos, otros empleado reciben sueldo excesivamente bajos.
En su opinión, para corregir situaciones como las descritas, se necesita un proyecto de nación, para “de las 49,000 mil prioridades ver cuál es la primera”, añadió.
Al responder preguntas en el programa Uno + Uno, que produce el periodista Juan Bolívar Díaz por Teleantillas, de Jesús Moya también se refirió a la situación de los cabildos y dijo que la mejor descentralización para que el país “crezca de verdad” es otorgarle a los municipios el 10 por ciento del Presupuesto. “El modelo de gobierno tienen que ser los ayuntamientos y por eso, mientras más presupuesto se les da mucho mejor para un desarrollo armónico y que llegue a todos en la República Dominicana”.
Abogó por un cambio estructural en materia educativa, de manera que la educación en el país sea realmente una prioridad.
Hace falta erradicar el analfabetismo, expresó Moya. También porque las personas tengan acceso a los alimentos e indicó que lo primero es que la gente coma. Refirió que cuando se trataba de una multitud con hambre Jesucristo no hablaba de la esperanza, sino que decía que le dieran de comer
Antecedentes
Las protestas de marzoDesde enero de este año se realizan protestas en diferentes puntos del país, en demanda de la construcción de calles, carreteras y acueductos. Pero la mayor cantidad de reclamos se ha realizado durante este mes, principalmente en barrios y municipios de Santiago, Bonao y Salcedo, así como en San Juan, Pedernales y Santo Domingo. En el Este paralizaron el transporte en toda la región, y el jueves el gobierno respondió con la promesa de construir las obras demandadas por la población.